17 de noviembre de 2013

Escrito 1 (preámbulo a la inspiración)

Siempre había dibujado un solo ojo porque temía no poder dibujar un par de ellos en perfecta simetría. Sin embargo, un día se resolvió a hacerlo, quizá por probar, porque se sentía valiente o por tentar a la suerte. Fue mientras trazaba las pestañas con el grafito, cuando descubrió lo infundado de sus miedos, y, con asombro, observó cómo nacía una mirada entre sus manos.


No hay comentarios: